La "I Jornada sobre Bienestar Animal en Avicultura" tuvo lugar en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid el pasado 25 de abril y fue inaugurada por el Decano D. Pedro L. Lorenzo quien agradeció al Colegio de Veterinarios de Madrid su contribución a la formación continua de los licenciados en veterinaria con la creación de la Cátedra Extraordinaria COVM-UCM cuya primera actividad ha sido esta jornada, a la que asistieron cerca de 40 profesionales. Lorenzo, destacó la enorme importancia que ha cobrado el sector avícola en los últimos años en nuestro país lo que ha generado también nuevas exigencias a nivel normativo, que deben ser conocidas en profundidad por los veterinarios que desarrollan su actividad en dicho sector.
A continuación, Fernando Asensio, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Veterinarios de Madrid, resaltó que uno de los fines del COVM es el servicio a la sociedad , a través de la mejora de la competencia de los profesionales mediante la formación y por ello surge esta iniciativa en colaboración con la Facultad de Veterinaria de la UCM. El bienestar animal, dijo, "es algo de vital importancia en lo que los veterinarios debemos ser referentes".
La Directora de la Cátedra Extraordinaria, Consuelo Serres quiso resaltar que ésta no hace sino formalizar una colaboración que lleva realizándose durante años, entre el Colegio y la Universidad.
Por último intervino Manuel Pizarro, Profesor de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de la UCM y coordinador de la Jornada quien se encargó de presentar a los ponentes, destacando su norme prestigio en el sector.
De izquierda a derecha: Manuel Pizarro, Fernando Asensio, Pedro L. Lorenzo y Consuelo Serres
La primera ponencia estuvo a cargo de José Ignacio Barragán, Veterinario consultor especialista en Avicultura, quien expuso una serie de consideraciones a tener en cuenta por el sector: el consumo en Europa se mantiene estable, aunque es claramente menor que en otros países desarrollados, la evolución marca una ligera reducción por lo que es preciso incrementar la valoración de la carne de pollo y de los huevos por los consumidores.
A continuación, Pedro Gil Sevillano, Veterinario consultor especialista en Avicultura, quiso aclarar que la aplicación de las normativas de bienestar no nos permiten producir más huevos pero sin embargo tiene muchísimas ventajas, como por ejemplo que nos permiten reducir problemas infecciosos, problemas en las patas y en la quilla, y el índice de mortalidad. Disminuye también el picaje, las fracturas de huesos y el carácter nervioso de las ponedoras.
Sobre las normativas publicadas, Gil hizo unas aclaraciones acerca de las partes de las jaulas e instalaciones que muchos fabricantes y productores pueden no tener en cuenta. Ha apuntado que personalmente que cree que el mayor problema es que se han dispuesto normativas de bienestar, pero no se han homologado las baterías en las fábricas y el problema se ha trasladado al productor en el momento de las inspecciones.
Juan Carlos Abad, Veterinario de COBB Española, comenzó explicando qué se entiende con Bienestar animal y mostró el Plan de Acción Comunitario sobre Protección y Bienestar Animal y sus 5 Áreas de acción (2006-2010): Hacer más estrictas las normas mínimas, fomento de la investigación, introducir indicadores normalizados de BA, mayor participación de todos los implicados y apoyar iniciativas internacionales para alcanzar mayor consenso.
Según Abad, un buen manejo e instalaciones adecuadas nos permite utilizar técnicas y procedimientos necesarios en la producción de reproductoras como por ejemplo la restricción alimenticia y otras, sin afectar al bienestar de estos animales.
En la primera fila, junto a los asistentes al curso, de izquierda derecha, Juan Carlos Abad, Pedro Gil, José Luis Valls y José Ignacio Barragán
José Luis Valls García, Veterinario de AVICU, hizo una introducción de las normativas vigentes de bienestar animal en pollos de engorde (broilers) y explicó cómo afecta la estrategia 2012 2015 sobre bienestar animal de la Comisión Europea a este sector.Quiso resaltar el hecho de que se asume que, unas malas condiciones de vida, resultan en pobres condiciones de bienestar y bajos índices de producción pero sin embargo, hay que tener en cuenta también que unas excelentes condiciones de bienestar no siempre significan buenos resultados productivos y a veces suponen inviabilidad económica.
Aránzazu Trueba Palau, Veterinaria de Avícola Moraleja, S.A. (Grupo AVIMOSA), explicó como las normas de bienestar tienen una importancia creciente en los últimos años, debido a un mayor conocimiento animal, a que se relaciona con el nivel de producción, la calidad, la competitividad y un elevado grado de concienciación social.
Probablemente el factor que más afecta a la calidad de la canal es mantener el bienestar animal las horas previas al sacrificio (manejo en granja, carga, transporte, espera, descarga/colgado, aturdido). En su ponencia desarrolló la normativa que influye en cada momento, desde que se carga un animal en la granja hasta el momento del despiece, destacando en cada momento aquellos indicadores de malas condiciones de bienestar.
En el debate que surgió al finalizar las ponencias, la cuestión más discutida fue la formulada por Mercedes Perote, Jefe de Área de Protección Animal de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid: "¿Qué piensan los ponentes y asistentes sobre el Bienestar animal? ¿Lo vemos necesario? ¿Creemos en él?"
Algunos asistentes intervinieron expresando su preocupación ya que la normativa sólo afecta al mercado europeo y se permite consumir producto importado de terceros países donde esa normativa ni siquiera existe. Eso perjudica gravemente al sector ya que eleva los costes de producción y pierde competitividad frente a los productos de esos otros países que no aplican la normativa y por ello no tienen esos elevados costes y ofrecen precios mas bajos.
En general, la conclusión fue que los veterinarios buscan la salud y el bienestar de los animales, y en general esta normativa ayuda a preservar estos aspectos, pero son conscientes que si el sector no es competitivo "caerá" y ello afectará a la profesión veterinaria en el sector avícola.
